“Cuando el vacio danza entre las despedidas, son los encuentros los que ponen la música”.
En el simposium anterior a este , el “espacio” trajo el vacío, como la sombra del mediodía atrae el bostezo de la nada. El “tiempo” vino como casi siempre, cabalgando sobre las notas musicales que pulsan los instantes y acunado por un precioso río que no sabía que este año desembocaría en el Mediterráneo.
En este simposium habían varios retos a asumir y el más importante era saber desde donde nos ibamos a ubicar para abordarlo. ¿ Era una referencia a los procesos de duelo y a las pérdidas narcisistas? ¿Era el vacío “algo” con vida propia que antecede siempre al cambio? O quizás siempre ha estado ahí expectante desde el silencio y ruidoso cuando se manifiesta. ¿ Como fluye el vacío en lo grupal? Y ¿ cómo lo mira el grupo cuando aparece en las despedidas y se diluye en los encuentros? Y por si acaso, ¿Cómo le hacíamos el “vacío” al vacío? ¿Era un referente con lo espacial, lo temporal o sencilla mente con lo “ausente”…? En cualquier caso ahí estaba y como fenómeno intrapsíquico acabó manifestándose de una forma o de otra.
Marea alta y marea baja, movimiento pausado e interminable, cuya cadencia la marcó la Luna con el ronco susurro del oleaje. Encuentros y adioses, en el intrincado sendero de la vida, cuyo ritmo lo pone “no se sabe muy bien quien” en un inequívoco pentagrama capaz de inscribir las más bellas melodías que nos pertenecen y nos identifican, pues son las emociones quienes toman la palabra.
Os esperábamos a todos a los que vinisteis y y también a los que no pudieron, ya que de presencias y ausencias íbamos. Por nuestra parte, asumimos gustosos la tarea de intentar dejar lo más traslúcido posible el largo horizonte que desde la playa se divisaba, porque un poquito más allá estaba el espejo que nos devolvería nuestro quehacer.
Cullera. Mayo del 2005
Comité Organizador: Roberto Mauri, Amparo Llopis, Beatriz Miralles, Jordi Orts.Josep V. Ramón-Car, Wanda Cogollos y Jesus Gasent.