(Barcelona, Viernes 27 de Octubre del 2017. ) Llegué a Barcelona con un poso de tristeza. Me duelen las heridas abiertas, quizás atravesar una crisis implique eso, abrir heridas para poder sanarlas. En estos días me duele Cataluña, como también me duele España. Me viene como un poso de tristeza que parece haberlo embargado todo. .Así con esa tristeza y expectante voy al encuentro de Zona y me voy preguntando algunas cosas. Cataluña como síntoma Social que va mas allá de un territorio, y que nos habla de la profunda crisis social, económica, política y también de valores que en estos momentos estamos viviendo.
Y el preguntarse, ¿de qué nos está hablando todo esto? Tal vez son los síntomas de un fenómeno mundial al que le han llamado Globalización, en donde se ha ido generando un eje local-global a veces difícil de comprender y articular, entre lo particular de cada territorio y lo general de las leyes económicas que marcan sus propias dinámicas de poder a nivel internacional.Atrapadas en este fenómeno mundial, las instituciones políticas y los Estados parecen haber perdido su sentido y van entrando en una profunda crisis de legitimidad, al no poder dar respuesta a los desafíos actuales de una economía globalizada y abrumadoramente interconectada e interdependiente.
Esta crisis tal vez nos habla de una gran necesidad de cambios en las actuales estructuras de Poder, que pueden apuntar en distintas direcciones. La emergencia en todo el Mundo, de los movimientos de extrema derecha, y los fundamentalismos religiosos, ponen en evidencia la radicalización de las posiciones políticas, y muestran el descontento generalizado de una parte importante de la población. Una globalidad que además parece también amenazar las distintas identidades , con el peligro de arrasar con lo local o singular de los territorios. Ante este sentimiento de amenaza, emerge en sentido contrario una necesidad de subrayar lo identitario a modo de formación reactiva para no dejarse engullir por el fenómeno de la «Mundialización». ¿Como defender las propias identidades culturales en un mundo homogéneamente globalizado?. Seguramente, los movimientos sociales identitarios van a estar muy presentes, queramos o no, en este actual siglo. ¿Como trabajar con ello.?
Y a nivel de inconsciente social, ¿Como están viviendo las jóvenes generaciones su necesidad de «independencia» de su grupo parental.?. La actual dificultad para poder acceder al mundo del trabajo y la creciente inestabilidad laboral dificulta la autonomía y alarga artificialmente una dependencia emocional y económica hacia los padres, contribuyendo a perpetuar actitudes propias del la Adolescencia hasta edades muy avanzadas, y retrasando enormemente los procesos de madurez personal. ¿Que va a pasar con estas nuevas generaciones?¿Como puede estar influyendo todo esto a nivel inconsciente en la emergencia de los distintos movimientos sociales?.
¿Sera verdad que estamos viviendo un cambio de época y de subjetividad humana, una nueva manera de vivirnos como sujetos?. ¿Nos sirven las viejas etiquetas para hablar de los actuales movimientos sociales? .La enorme extensión de las tecnologías están generando nuevas formas de comunicarnos y relacionarnos, la intersubjetividad está atravesada por la inmediatez de los contactos, la hiperconexión de las comunicaciones y la extensión de las Leyes del Mercado a todos las ordenes de la vida, contaminando la intimidad humana de los mismos planteamientos que rigen la economía: todo es susceptible de comprarse y venderse y de exhibirse como un producto mas de mercado. Hay quien habla de una verdadera » mutación» de la subjetividad humana. Y ¿Como tenemos que trabajar con esos nuevos sujetos?.
Me doy cuenta de que la vida como vivencia es lo que nos va sucediendo cuando no estamos pendientes del televisor, de internet, del móvil…todo lo demás que nos acontece en nuestra vida cotidiana cuando el foco de atención está puesta en otras cosas que suceden en nuestro día a día. En el sonido de la música, en el olor que nos remueve, en las cosas que nos conmueven, en las miradas que nos hacen sentirnos vivos, amados u odiados, olvidados, queridos, deseados. Miradas que nos acercan o nos alejan, que no nos son indiferentes.
Hoy viernes por la tarde paseando por las Ramblas, repletas de gente, de turistas, la vida bullía por todas partes. No muy lejos de allí, escuchábamos la música de fondo, alguien nos contaba que estaban declarando la República Catalana. Miradas de expectación, preocupación, de alegría, de tristeza. Toda una amalgama de sentimientos y de presencias y ausencias, que parecen hablar de que algo en el interior de esta sociedad se está moviendo. No sabemos muy bien en qué dirección vamos.Me quedé con la imagen de los vendedores de banderas, jóvenes con cara amable y tono festivo, vendiendo banderas esteladas, del mismo modo que al día siguiente vendían las banderas españolas, casi en la misma esquina. Pensaba, si pudieran hablar las banderas, ¿de qué nos hablarían, qué historias nos contarían?. También me preguntaba ¿ Que pensarán estos vendedores ambulantes de todo esto? ¿Cómo nos ven los Otros?.
En un momento dado me doy cuenta de que yo también llevo algo en mi mano, un rollo de papel , quizás desde fuera pueda parecer una bandera enrollada o una pancarta., no es más que un papel en blanco que compré para el Taller de nuestro encuentro de la SEPTG de mañana, y sin pretenderlo está protagonizando un hecho muy singular de nuestra historia. De qué sentidos nos hablará también este rollo de papel cuando mañana sea escrito, dibujado, pintado, contemplado. Ya veremos…
Barcelona, Sábado 28 de Octubre del 2017.
Por la Mañana comenzamos el Encuentro de Zona Este de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupos (SEPTG), al que acudimos profesionales que trabajamos en la psicoterapia Grupal de distintos puntos de Cataluña, Aragón, Valencia , algunos de ellos profesores de la Universidad , y una compañera que viene de Montpellier. Todos estamos muy interesados en trabajar los acontecimientos sociales que estamos viviendo. El lugar, la Biblioteca de Humanidades Orego, un lugar acogedor y muy apropiado para nuestro encuentro.
Desde el principio se hace muy palpable necesidad de expresar nuestras vivencias y emociones.Se plantea : ¿Cómo estamos ahora, cómo nos sentimos en el momento presente.? Surgen distintos temas: Las heridas del pasado, la memoria olvidada, el miedo, la rabia, la crisis, la violencia y las pulsiones thanáticas ( agresivas) , la esperanza, la necesidad de cambio, la incertidumbre, la necesidad de expresar, la espiritualidad y la libertad.¿ Dé dónde venimos y cuál es nuestra identidad profesional?- ¿ Cuál es nuestra historia? ¿Quiénes somos?, ¿ Qué es lo que me ha hecho llegar a ser quien soy ahora?
Después de dos horas hablando y expresándonos , se formula la siguiente pregunta como emergente del Grupo: ¿De qué necesito separarme y qué necesito integrar para construirme una nueva identidad? . En torno a esta pregunta se plantea una propuesta de trabajo con una pancarta en blanco., pinturas, rotuladores, recortes de fotografías collages, etc.Van surgiendo palabras, frases, imágenes: separarme del Odio, la competitividad, el miedo, la incertidumbre, la timidez, las heridas del pasado, la intolerancia, los prejuicios, la discriminación, el sentimiento de impotencia.Por otro lado, emergen palabras u gestos integradores: La curiosidad, el respeto, el Amor, el Compromiso, La Amistad, El Gozo, El Placer, la Solidaridad, El Buentrato, la Escucha, las Raíces que nos dan arraigo, los nuevos sentidos.
Sobre el tema de la Intersubjetividad, se plantea la duda sobre las Dependencias Humanas ¿ Cómo nos relacionamos?, ¿ De qué hablamos cuando nos referimos a Dependencia y Co-dependencia, a la Independencia y a la Interdependencia?. ¿De qué dependo y de qué me quiero independizar?-Para poder reconstruir nuestra identidad, necesitaríamos ir integrando nuestras diferencias, internamente y externamente, con respecto a los Otros. La escucha respetuosa de las diferencias como cuidado del Otro y también como camino para construir nuevas identidades Grupales. La necesidad de abrirnos a lo nuevo y a lo diferente: los jóvenes, los Otros. El miedo, la tristeza, la esperanza, las emociones intensas. La necesidad de integrar el pasado en el presente. Retomando la pregunta que surgió en Ayerbe ( Anterior encuentro de nuestra Sociedad), ¿ La SEPTG tiene Futuro?. Cabria preguntarse ahora ¿De qué y cómo tendríamos que hablar y que tendríamos que abordar para poder crear un futuro?-
Cuando acabo el encuentro de la SEPTG en la Biblioteca, ya por la tarde, salgo contenta, quizás porque me ha resultado intenso y cálido. El lugar muy acogedor y la compañía muy buena. El haber podido expresar , el buen trato, los sentimientos y pensamientos compartidos tienen un efecto liberador, creo que para todas y todos. Nos han faltado más hombres, solo había uno y los y las jóvenes. Quizás otra vez pueda ser.
Voy paseando, primero en muy buena compañía, y después sola por las calles de Barcelona, llenas de viandantes y de bullicio. Sus edificios señoriales, su aire cosmopolita de ciudad internacional. Me paro junto a un enorme muro alrededor de un museo. Gigantescas fotografías a modo de murales sobre la pared, presentan un conjunto de lugares entre sórdidos e inquietantes: Llevan por título FRONTERAS. Voy fotografiándolas una a una, y pienso en las fronteras terribles, en los muros de la vergüenza en Norteamérica, Europa, y en otros lados del Mundo, en los náufragos y en los miles de muertos. Pienso también en los territorios, en esos límites necesarios para delimitar nuestro espacio vital y garantizar nuestra seguridad, y que sin embargo han perdido su capacidad de hacernos sentir seguros. Pienso en qué está pasando con nuestros sentimientos de identidad y de pertenencia, de cómo podemos trasformar esa inquietud en algo que nos devuelva una mirada distinta, algo que nos permita una cierta estructura, pero que contemple también un lado más humano y menos rígido. Ayer escuchaba en la calle cantos de Paz y también palabras de Guerra. De momento solo tengo algunas preguntas pero no tengo ninguna de las respuestas. Quizás tendremos que hablarnos y escucharnos más, cara a cara, habrá que buscar una forma de cuidado en las Relaciones Humanas, que nos permita expresar respetuosamente nuestras diferencias.
Beatríz Miralles Corredor (Psicóloga y Psicoterapeuta de Grupo. Vocal SEPTG Zona Este.